sábado, 21 de julio de 2012

Capitulo 2

Me volví a sentar en mi asiento y saque mi BB (BlackBerry) y entre en la conversación de WA (WhatsApp) que tenia con Andrea y Natalia, dos chicas que eran prácticamente mis mejores amigas, con las que cualquier estupidez que dijésemos se convertía en un tema de conversación.
Pero no hubo suerte, posiblemente estarían en clase o tendría sus móviles apagados.
A si que simplemente me dedique a leer esas conversaciones estúpidas que sacaban una sonrisa a cualquiera cuando un fuerte aroma a perfume barato vino a mi nariz. Levante mi cabeza del móvil, encontrándome a 3 chicas, todas modelos de Barbies, las 3 rubias, e iguales, cada una un calco de la otra.
-.Emm...hola - sonreí incómodamente - Soy Lydia
-. Nosotras Carol -dijo señalando a la chica de su derecha que era algo mas alta que ella y tenia unos ojos penetrantes- Diana - dijo señalando a la mas baja de las tres y a la que mas se le notaban las raíces castañas - y yo soy Jenny
-. Ah...y ¿Queríais algo?
-. Pues si - dijo Jenny, con una voz de pito, normal...de lo que se come se cría, se les notaba a la legua la poca dignidad que les quedaba, y sus prendas dejaban poco a la imaginación, y eso que estábamos casi en invierno- No sé que te crees tu viniendo a este instituto así sin mas y besando a nuestro Joshi.
-. Eh eh eh para el carro, no me interesa vuestro "Joshy" - dije haciendo las comillas en el aire- todo vuestro, y ahora si me disculpáis, tengo que irme a clase de Latín - dije cogiendo mi mochila y saliendo de esa sala.
Genial Lydia, tu primer día y ya tienes a 3 chicas en contra tuya, a 1 chico irritante a tu lado y quien sabe que. Sin duda esta siendo un día estupendo..

Llegue de las primeras a clase de Latín y tome asiento en la primera fila, y en apenas 5 minutos la clase se lleno y como no, quedaba un asiento a mi lado. Lo único que pedía es que no fuera el. Y quizás por una vez había tenido suerte y un chico rubio de ojos azules se sentó a mi lado, resulta que era mi delegado de clase, se llamaba Samuel, pero casi todo el mundo le llamaba Sam.
El instituto continuo normal sin distracciones, nada de nada.

<<A la salida del Instituto>>

Eran las 2 de la tarde y el timbre acababa de sonar, comencé a guardar todas mis cosas con rapidez cuando note una mano en mi pelo, mire de quien era esa mano, y de quien si no.
-. Y tú que quieres ahora, no te vas a cansar de molestarme - dije apartando su mano de mi pelo y poniéndome de pie
-.Hey, alto el fuego, yo venia a preguntarte si querías que te llevase a algún sitio
-.¿Contigo? - pregunte irónicamente, Josh asintió soltando una pequeña risilla- Contigo no voy a ningún lado
Agarre con fuerza mi mochila y salí del aula con Josh a mi espalda, en el pasillo había bastante gente sacando cosas de las cajoneras, otra hablando, y otros haciendo el tonto
-. Vamos no me digas que te as enfadado por el beso de esta mañana
-. Dios, dame paciencia - dije resoplando
-. Patosa si lo estabas deseando sabes que te causa como decís las chicas mariposas en el estomago
Y como si esas palabras hubieran encendido un botón en mi me gire y le mire a esos ojos
-.Te juro que como vuelvas a insinuar que soy como todas esas chicas que babean por ti y que tu probablemente te lleves cada fin de semana a una distinta, juro que te voy a dar una ostia. Y tu lo único que me causas es asco. I.D.I.O.T.A !
Y acto seguido seguí mi camino, me abrí paso por la gran puerta de entrada y vi ese coche que solo el tenia, que solo mi mejor amigo tenia, y junto al coche el me esperaba apoyado en la puerta, una sonrisa ilumino mi cara, tire mi mochila y salte las escaleras corriendo hacia él.
-. Naaaaaaathaaaaaaaaaan !!! - grite mientras saltaba encima suya y le abrazaba
-. Holaaa Bobaaa !! - dijo con su sonrisa blanca y perfecta
-. Ricitos ! - dije revolviendo ese pelo rizado, a lo que el me saco la lengua
-. Mira por ahí viene tu novio con tu mochila
-. Te aconsejo que no tires así tu mochila si no quieres romper tus cosas - dijo Josh mientras me daba mi mochila
-. Al parecer el chico malo ahora se a vuelto cuidadoso - dije picándole, a lo que el respondió con un bufido
-. Hola soy Josh - dije tendiéndole la mano a Nathan
-. Yo soy Nathan, el novio de Lydia - dije con una sonrisa y agarrando su mano, Josh me miro confundido
-.Serás mentiroso, mas quisieras tu ser mi novio - dije subiendo por sorpresa a su espalda mientras reía
-.¿Entonces no eres su novio? - Nathan y yo negamos con la cabeza y una pequeña sonrisa apareció en su cara - Bueno yo me voy a mi casa adiós Lydia y Nathan 
-. Que majo el chico no
-. Si tú lo dices - dije mientras ponía mis ojos en blanco y soltaba un suspiro

<<Un rato después>>
Nathan me trajo a mi casa, y como siempre estaba sola, mi hermano, quien sabe donde estaba, y mis padres parecían preocuparse mas de su trabajo y de lo que la gente pensase, que de sus propios hijos. O quizás solo de mí.
Mi hermano tenía total libertad para salir con las chicas que quisiese y salir con todo tipo de gente.
Mientras que yo de chicos ni hablar, solo podía salir con chicos que me presentasen mis padres, la mayor parte unos estirados, excepto Billy, totalmente distinto a los demás, pero nos dimos cuenta que no podíamos ser mas que amigos. Y en tema amigos, conseguía engañarlos un poco, pero supuestamente, debía salir con gente de mi standing o estatus, estúpida sociedad. Odiaba el no poderme juntar mas a menudo con gente como Nathan.
Lo bueno de esto es que no hacia nada, la casa la hacia una asistenta, y la comida siempre comía fuera, me gustaba cocinar pero me daba pereza limpiar.
A si que iba siendo hora de que me fuese, subí rápido a mi habitación y me puse una sudadera 'Moustache' blanca, me recogí el pelo con una coleta y cogí algo de dinero.
Pero de nuevo tenía un problema nuevo barrio. No conocía nada ni sabe donde ir, a si que opte por andar.
Comencé a meterme en callejones, que daban algo de miedo, había chicas y chicos quizás de algo más de mi edad, que parecían desnudarte con la mirada, y eso hacia que mi piel se erizase. Y más cuando dos chicos comenzaron a seguirme, genial ahora unos psicópatas, pederastas o dios sabe que, me seguían. Comencé a acelerar mi paso mirando cada poco hacia atrás, y una de las veces choque con alguien, cerré mis ojos y  note como mis piernas comenzaban a temblar y el miedo parecía tomar todo mi cuerpo haciendo que empalideciese.

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